domingo, 16 de septiembre de 2012

Licorcito



Hoy hablamos con Rocío, en un bar de palermo, de que hacia mucho que no escuchamos un "te amo" dirigido a nosotras, hace mucho que un hombre no nos ama.

A la salida nos separamos, ella fue a su casa y yo a tomar el subte B, donde me encontré con esta historia:

Pasé por el molinete advirtiendo que a mi lado un señor quedo trabado. Traía un changuito  y un bastón. Retrocedió yo le agarré el changuito y volvió a intentar con éxito pasar al andén.
Ahí nomas me empezó a hablar, me dijo que tenia 88 años, que había tenido empresa toda su vida, tocamos el tema de la tarjeta sube. También me hablo del brusco cambio de clima, y lo que mas me sorprendió fue:
-vengo de la casa de mi mujer, todos los domingos me invita a tomar un cafecito y un licor de chocolate y yo no me lo pierdo.
- Y como es eso? ..están separados.... o....?
- Si, hace mas de 30 años. Pero yo no puedo dejar de verla.
Le pregunto porque se separaron y me dice
- Ella me dejó de amar.
Llego el subte y muy caballero me hace señas que pase yo primera.
-Ella era profesora de historia y le iba muy bien, hasta que un dia no se de donde lo sacó, pero se puso a estudiar turismo, y en la agencia que la contrataron le propusieron que cada diez clientes que trajera ella viajaba gratis. Y empezó a viajar por todo el mundo.
La primera vez que consiguió los diez clientes, yo supuse que ibamos a viajar a juntos, pero no. Ella se armó el viaje para ella sola y me dejo los chicos a mi cuidado. Esperé que me diga algo, pero nada, es mas invitó a una amiga. Ese día en el que se fue, yo me quedé encerrado en el baño mostrando mi enojo, y nada. Me saludo de afuera, yo ni salí.
- Pero como no le dijo nada!, nada, nada le dijo?
- Nada.
Y cerró los ojos haciendo movimiento de "no" con la cabeza.
- Pasados unos años, yo había comprado un departamento para mi hijo, que  luego no usó, y ella me dijo que quería irse a vivir allí sin mi.
- Nooo....y usted que le dijo?
- Nada.
- Otra vez nada?
- Nada. Mi querida al amor no se lo puede forzar.
-...........
- Es tan linda, charlamos tenemos tanto en común...y siempre me espera con el licorcito.
- Y así usted es feliz?
- Claro que si, porque yo si la sigo amando. No se bajaba en Callao mi querida?

Me dio la mano y me apretó fuerte. Me agradeció la ayuda y que lo haya escuchado.

Casi le cuento eso de que hace rato que no me aman, pero me bajaba en Callao.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Monumental

Comentando con el Chino Dombrosman el empate de River con Ñuls, me vino a la memoria la primera vez que fuí a una cancha de fútbol. 
Claro fue con mi papá y claro a ver a River.
1975, yo tenia 9 años, mi viejo fanático enfermo de River Plate, compró dos plateas, dijo que me llevaba para que "le traiga suerte". 
Nerviosa ante semejante compromiso (aunque me tenía fe), y muy feliz por que no había mejor plan en el mundo que salir con mi papá. Lo que no sabía era que River se jugaba el campeonato, después de 18 años consecutivos de no ganar.
Con gorro, bufanda y bandera, salimos de casa de la abuela en el Dodge 1.500 blanco, pasamos a buscar a "Chuenga" que nos esperaba en una esquina con una bolsa llena de caramelos hechos en su casa, los hacía con toda la familia y luego los vendía en los partidos; era un tipo muy conocido en las canchas, pero sobretodo era amigo de mi papá. Me dejo chuengas en los bolsillos y por todo el auto.
Estacionamos el dodge a varias cuadras de la cancha, y Chuenga ni bien puso un pie en el suelo empezó a gritar Chuengaaaaaaaaa y nos dejo solos.
Papá me agarraba la mano fuerte y al entrar a la cancha me dijo que si nos perdíamos no hable con nadie, que directamente nos encontrábamos en esa puerta.
Había mucha gente, la platea se veia altísima para mi altura de aquel entonces. Papá fumaba mucho, gritaba, y yo rodeada de hombres aprovechaba para gritar también como uno más.
En cada gol papá me abrazaba y me revoliaba por el aire y en el mismo aire me atajaba con un beso,
-Grande ñatita!!! me decía.
Gracias a mí River rompió una racha de 18 años ese 15 de agosto de 1975, quizás a ustedes les cueste creerlo, pero me lo dijo mi papá.