miércoles, 8 de agosto de 2012

Más que una nuera.


Local de Portsaid, mi amiga Rocío y yo buscando un tapadito para mí que no uso, pero en los outlets me da por necesitar cosas que jamás necesité, y la dos creímos que un tapadito era muy necesario en este invierno que ya está terminando.
Entre percheros y montgomerys, se escucha una voz enérgica que despedía una bronca tremenda y decía: "Tomá, que lo disfrutés con salú" (sic);  tragué saliva.
Una chica recibía con resignación una bolsita del  local con moño y responde "gracias....no hacia falta que lo pagues vos...", y la regaladora agrega:  “Mira querida, tres cosas debe tener una buena suegra:
1-      La boca cerrada,
2-      La billetera abierta,
3-      me agarra Rocío del brazo y me dice estás escuchando Cane?, Si  Rocío pero me hiciste perder el punto 3.
Con una suegra así, les dejo a su imaginación el perfil del esposo de la chica.
Casi intervengo en la conversación, para decirle a esa joven que era ese el momento en donde plantarse frente a esa suegra y marcar la cancha, pero no tengo actitudes que me respalden para decir algo asi, a mi las suegras siempre me maltrataron y yo no hice nada al respecto.
Mi primer proyecto de suegra, se puso de novia con mi papá y salió con él 17 años. Por lo cual no solo era mi suegra, también era mi madrastra. Nos convertimos entonces con mi novio en hermanos y eso nos provocó entre calentura y rechazo. Mi pareja incestuosa no prosperó.
Después tuve otra proyecto de suegra que a cambio que saque al hijo de la droga me tejía gorritos de lana, y me cocinaba lo que yo quería. De esa tengo un buen recuerdo, pero muy dura la tarea que me encomendó.
Mi única suegra con papeles, me odió desde el primer día que me vió. Le dijo al santo del hijo que yo era el demonio porque estaba tatuada, y se ve que de tanto estar con el drogadicto anterior, me quedó la cara de secuestro por que también me acusó de adicta sin recuperar.
Desde ese día nunca más la vi. Mi marido no la  invitó a nuestro casamiento, y lógicamente se ofendió hasta el fin de sus días.
Otra proyecto de suegra, en una oportunidad me dijo que si yo iba a tener un hijo con su hijo, tenga cuidado porque yo era  muy chica de cadera y corría el peligro de que me ocurra lo que a ella que, terminado el parto, le cocieron también el ano que se le había desgarrado, y ella de buena que era nomas me avisaba que era muy posible que me pase eso a mi también. Agregó que era vieja para su hijo, y que no le gustaban las porteñas.  Sigue viva en puerto Madryn la señora y con el culo cosido.
Mi ultima suegra, que en paz descanse, antes de conocerme le dijo al hijo que yo no le convenía, y el hijo cual marmota, me lo contó. No entiendo porque en ese preciso momento no salí corriendo.
La Sra. esta era muy fina,  de mucha guita y parece ser que mi perfil, no cuadraba con el linaje de su hijo cuyo apellido no era otro que Gómez, pero anda saber porque designio de Dios la señora se sentía perteneciente a una familia patricia argentina.
En medio de un viaje por el norte de Brasil con el hijo, nos tuvimos que volver un 31 de diciembre a la noche, a dos días de llegados por que la señora tuvo un ACV.
Fui  yo quien le pintaba la uñas y la peinaba. Era de las pocas que le entendía lo que decía.
También la hacía reir.
La llamaba en la semana por teléfono y la visitaba los domingos.
Un día, de los últimos en que vi a su hijo, la Sra. me abrazó y me dijo “te quiero mucho, Cane, sos muy buena”.

No estoy de acuerdo con los dos primeros puntos del manual de la buena suegra, pero creo que el tercero debería ser:

3- aceptar a quienes eligieron sus hijos para compartir su vida con amor.

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